tag:blogger.com,1999:blog-16744449375853018222023-11-15T08:53:04.493-08:00LIBRO DE OBRASBrocha Negrahttp://www.blogger.com/profile/12511287644378389842noreply@blogger.comBlogger1125tag:blogger.com,1999:blog-1674444937585301822.post-7344341581998955282009-11-12T21:21:00.000-08:002016-07-13T23:30:03.852-07:00<div style="text-align: justify;">
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<strong><span style="font-size: x-large;">LIBRO DE OBRAS</span></strong></div>
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<strong><span style="font-size: large;"><br /></span></strong></div>
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<strong><span style="font-size: large;">I.- TRES POEMAS MACABROS </span></strong><br />
<strong><span style="font-size: large;">(2005)</span></strong></div>
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<strong><span style="font-size: large;">SOMBRAS ELÉCTRICAS</span> </strong></div>
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<strong>EL BAUTIZO DE LOS VOLTIOS</strong></div>
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Nunca olvidaré mi primera vez, el don de la corriente, el bautizo de los voltios. El florero de vidrio con flores sobre la mesa ocultando el enchufe del televisor en la muralla. No recuerdo si jugaba fútbol o si imitaba algún mono de la tele, el punto es: voló florero y flores por los aires y con ellas el agua turbia que les servía de alimento. En el aire se trenzó la magnética cadena entre el enchufe, el agua y mi mano. La energía latigó todos mis huesos, el poder recorrió mis miembros y con un grito me arrojó sobre la alfombra. Había nacido de nuevo, entre vidrios rotos y destrozadas flores: era un hombre eléctrico.</div>
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<strong>ELECTRA PRISIONERA</strong></div>
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De muchacho fui díscolo y confuso, mateo y porro: como adolescente adolecí de todo. De la escuela diurna para niños pasé tempranamente al liceo nocturno para réprobos adultos. De noche, los patios y pabellones tenían un rostro aún más carcelario. Un perpetuo invierno eran las clases bajo la triste luz fluorescente. Peor era el verano: los ocasos de oro brillaban fuera sin reflejarse nunca en las pizarras negras. En los recreos huía entonces del falso día que enajenaba así mis noches. Una de ellas escribí este hosco verso: ’Quién eres, oh divina Electra prisionera’.</div>
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<strong>SOMBRAS ELÉCTRICAS</strong></div>
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El fantástico Leviatán que respira tras estas ampolletas, tantas como estrellas, tras estas mismas letras sobre una pantalla iluminada (puras sombras eléctricas) y al cual pocos en realidad sospechan, ayer apenas perturbaba las conciencias y aún hoy es el limes entre Roma y la barbarie, pero en la metrópolis ultraencendida paradójicamente tiende a apagarse bajo la cifra de una deuda y un mero trámite.<br />
Y sin embargo a mí me intriga la luz eléctrica más que el fuego a un hombre cavernario. Y jamás terminaré de comprender cómo, con qué clase de cálculos cabalísticos, hechizos mecánicos y conjuros algebráicos, el resplandor fulgíneo del fiero Thor y del padre Zeus circula tan manso y servil por los minúsculos caminos de un circuito, condenado a cables y a más cables, crucificado y explotado hasta el infinito.</div>
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<strong><span style="font-size: large;"><br /></span></strong>
<strong><span style="font-size: large;"><br /></span></strong>
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<strong><span style="font-size: large;"><strong><span style="font-size: large;">ALWENWARIA</span></strong></span></strong></div>
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<strong>NGENLEWFÜ</strong></div>
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Los antiguos sabían que los ríos son hijos del Océano, hogar de ninfas, náyades y espíritus neptúnicos y que es prudente por parte de los mortales venerar a númenes tan comprometidos en su supervivencia, ofrendando regularmente en sacrificio a sus santas aguas, flores, frutos y víctimas de hecatombe. En contraste, hoy el río es inerte cauce del recurso renovable, contaminado, desviado y manipulado con tanta falta de respeto como exceso de imprudencia. A nadie entonces debiera sorprender cuando el ofendido dios Mapocho (el ngenlewfü: fluvi dominus) rompe sus cadenas y furioso cobra la vida de algún obrero o de un borracho.</div>
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<strong>SCHUMANN Y EL CHINCOL</strong><br />
<strong><br /></strong></div>
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<i>Para el Dante.</i></div>
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Una fantasía de Schumann ejecutada en Chile suena a través de la radio: en ella se escucha lejano pero nítido el insistente estribillo de un invisible chincol. ¿Canta aquí, ahora, afuera, sobre los árboles del patio de la casa de La Reina o se ha colado en el estudio de grabación? Quizás el concierto fue en un parque y el ave ha acudido como auditor fanático que corea los pasajes de su predilección o como músico frenético que responde con su instrumento desde el asiento a las provocaciones de la orquesta. Luego ha enmudecido. Quizás lo han ahuyentado o el pequeño cantor ha desistido, caprichoso como tenor. Antes en esta casa había un piano y un pianista. El piano se encontraba justo aquí donde yo escribo ahora. El pianista ensayaba un Bach y un Beethoven por las mañanas, muchas veces luego de vinosos desvelos: se empecinaban siempre todas estas bestezuelas aladas en aunar sus agudas voces, en mapudungun, a las del vibrante y ronco teclado, auf deutsch.</div>
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<strong>ALWENWARIA </strong></div>
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Toda urbe dibuja el mandala primordial trazado en el origen. Ur, Babel, Roma, son todo Washington y cada Santiago. Todas son la misma, única, gran ciudad por antonomasia. Yantras herméticos y tramas mágicas que exorcizan el caos geográfico en articulado cosmos político. Para chinos y cristianos existe un modelo supremo: la ciudad celeste. El mapuche, a quien repugnó todo hacinamiento, tradujo: ‘karapillán’: ciudad de dioses; ‘alwenwaria’: ciudad de espectros. Con veinte expediciones en cuatro siglos, los hispanos encarnan un mito de la ciudad como ascesis trascendente: la búsqueda de la dorada Ciudad de Césares, invisible hasta el final de los tiempos.</div>
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<strong><span style="font-size: large;">FANTASMAGORÍAS</span></strong></div>
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<strong></strong></div>
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<strong>LA TIERRA DEVASTADA</strong></div>
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Nos amamos pero negaste la consumación de nuestros más terrestres deseos: amas el cielo porque no puedes tocarlo. Yo veo una piedra muriendo de sed en un desierto. Por mi mente cruzan santos de siniestra catadura con mejillas hundidas y manos crispadas de tormentos. No se destila la miel, caen las abejas fulminadas por el humo, un ánfora con agua resbala y se destroza sobre el suelo. Tú me niegas tu boca, rehuyes mi cuerpo, desprecias la sacrosantidad de mi falo erecto. La tierra devastada expande su reino de cenizas sobre los campos donde antaño danzaban felices los muertos. La altiva ciudad de ebrios campesinos, sitiada por ejércitos de ángeles abstemios, sucumbe al hambre y a la sed de lo horrible eterno. La peste asola los huertos, los perros devoran sus excrementos. Y ya no hay quien siquiera escriba estos tontos versos.</div>
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<strong>DITIRAMBO</strong></div>
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Meu amigo: traiga una diosa silente que cante con los pies y que con la boca baile. Traiga un brebaje espirituoso lleno de espíritus de las aguas y de hadas de los bosques. Tráigalo en la montura o en el estribo y si no encuentra a nadie vivo en casa, bien se bebe con los muertos en las calles. Y que llueva sobre nosotros el licor de la miel y de la uva el vino, en cuarenta diluvios de noventa días cada uno con sus noches. Bendigan los dioses la oficina del saber de los beodos. Bendigan los dioses esta empresa de disolución de sobriedades.</div>
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<strong>LOS AUGURIOS</strong></div>
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<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: justify;">
No sólo los caprichosos astros en el cielo, esos locos cometas homicidas, no sólo las cálidas entrañas de la víctima sangrante sobre la piedra contienen como hueso la médula del destino, como araña los hilos de la tela. A menudo, en esas profundas nimiedades que el culto idiota ignora, laten los númenes fatídicos, las potencias agoreras, de las nornas las corvas uñas, de las parcas las tijeras herrumbrosas, de las moiras la torva mirada, de la valkyria los horrísonos compases. Tan a menudo: en la hoja que a tu paso cae rendida, en el ave que extasiada en tu ventana canta, en la sugerencia de menú de la mesera, en los monosílabos del barman, en la forma en cómo sube la espuma en mi vaso de cerveza, en el sonido de ese vaso cuando se quiebra sobre un suelo ajedrezado, en la loca carrera del micrero, en el aleteo de las palomas espantadas por los saltos de un niño, en las arrugas de una anciana cuando come, en los aullidos de un invisible perro encadenado, en la línea que señala este libro al abrirlo por el medio, en las manchas que atesoran un pañuelo y una almohada o en las que construye la humedad sobre los muros de este cuarto, en las primeras palabras pronunciadas por el niño y en las últimas que recuerda el viejo. Y en tantas otras cosas, gestos, signos, y ecos cuyo inventario constituiría por sí mismo el augurio de un oráculo.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br /></div>
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
<div style="text-align: center;">
<strong><span style="font-size: large;">II.- ENSALMOS Y CONJUROS </span></strong><br />
<strong><span style="font-size: large;">(2007)</span></strong></div>
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<strong><br /></strong></div>
<strong><br /></strong><strong><br /></strong><br />
<div style="text-align: center;">
<strong><strong><span style="font-size: large;">CANTO A LO DEMONÍACO Y POR TRAVESURA</span></strong></strong></div>
<br />
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<strong><span style="font-size: large;"><br /></span></strong></div>
<strong><br /></strong>
<br />
<strong>DE LOS ANDES HE SURGIDO</strong><br />
<br />
De los Andes he surgido<br />
desde el valle de Aconcagua<br />
en sus campos y montañas<br />
viejas sendas he seguido.<br />
En el cielo los caminos<br />
de las aves he observado<br />
sus canciones he escuchado<br />
de sus trinos he aprendido<br />
que desde el suelo nativo<br />
brotan los montes más altos.<br />
<br />
Las selvas he recorrido<br />
del lejano sur lluvioso<br />
bajo el árbol más añoso<br />
mis versos yo he recibido.<br />
Y aunque a veces me he perdido<br />
al final siempre he encontrado<br />
la senda que otros marcaron<br />
con sus pasos y su voz:<br />
yo doy gracias a mi dios<br />
por nuestros antepasados.<br />
<br />
En el mar de mi destino<br />
naufragué con la tormenta<br />
el abismo no amedrenta<br />
mi corazón de marino.<br />
Así tejieron mi sino<br />
las parcas del nacimiento<br />
dieron ellas los cimientos<br />
y yo construí mi suerte:<br />
yo ya no temo a la muerte<br />
tal es mi futuro cierto.<br />
<br />
Soy un don nadie letrado<br />
tal dispusieron mis padres<br />
que por herencia y linaje<br />
fuese yo un pobre ilustrado.<br />
Con libros me adoctrinaron<br />
me dieron mi educación<br />
mas ni abogado o doctor<br />
consiguieron que yo fuera<br />
porque nací siendo poeta:<br />
el canto es mi vocación.<br />
<br />
Quien con su corazón canta<br />
empuña lanza y escudo<br />
en lo claro y en lo oscuro<br />
todos sus males espanta.<br />
En la desgracia se aguanta<br />
le pone el hombro sereno<br />
en el fuego y en el hielo<br />
mantiene el trote tranquilo<br />
no se aparta del camino<br />
siguiendo la luz del cielo.<br />
<br />
Al fin, cuando ya mi voz<br />
en el silencio se pierda<br />
y bajo la noble tierra<br />
descanse mi corazón<br />
aún sonará su canción<br />
en los campos y en los cerros<br />
y en las aguas del estero<br />
los niños la beberán<br />
pues nunca se acabarán<br />
los cantores de lo eterno.<br />
<br />
<br />
<strong><br /></strong><strong>VENDEN INFIERNO POR CIELO</strong><br />
<br />
Las iglesias y el Estado<br />
roban a su propio pueblo<br />
en grandes supermercados<br />
venden infierno por cielo.<br />
<br />
Señores y señoritas<br />
hoy no vengo a celebrar<br />
mi deber es denunciar<br />
el mal que nos perjudica.<br />
Nuestra existencia peligra<br />
pues nos hemos olvidado<br />
de que este suelo es sagrado<br />
y debemos respetarle<br />
digo yo son los culpables<br />
las iglesias y el Estado.<br />
<br />
Los gobiernos han robado<br />
hasta el agua que bebemos<br />
y a los bancos les debemos<br />
el aire que respiramos.<br />
Estos sonrientes tiranos<br />
son siervos del extranjero<br />
y son dueños del dinero<br />
que tu trabajo origina<br />
sin salir de su oficina<br />
roban a su propio pueblo.<br />
<br />
La piedad de los chilenos<br />
los curas excomulgaran<br />
a Cristo crucificaran<br />
en sus templos tan modernos.<br />
Ya no más bailes ni versos<br />
los santos muy consternados<br />
al demonio han escuchado<br />
en inglés diciendo misa<br />
vende cruces con gran prisa<br />
en grandes supermercados.<br />
<br />
Estamos tan endeudados<br />
que nada nos pertenece<br />
ni el alma nos obedece<br />
ya la hemos hipotecado.<br />
Frente a la tele sentados<br />
olvidamos nuestros sueños<br />
mientras nos roban el suelo<br />
los mismos que en las noticias<br />
con ofertas y sonrisas<br />
venden infierno por cielo.<br />
<br />
Al fin, pregunto: chilenos<br />
si somos gente decente<br />
honorables y valientes<br />
¿por qué no nos defendemos<br />
de estos jotes carroñeros<br />
y el hocico les tapamos<br />
del cogote los colgamos<br />
en las plazas y avenidas<br />
pa’ que cuenten sus mentiras<br />
en el patio’e los callados?<br />
<br />
<br />
<br />
<strong>JESÚS BAILA REGUETÓN</strong><br />
<br />
Viva globalización<br />
el paraíso en la tierra<br />
acaban todas las guerras<br />
Jesús baila reguetón.<br />
<br />
Todos los medios del mundo<br />
anuncian con titulares<br />
que la mañana del martes<br />
en un prestigioso fundo<br />
un arcángel rubicundo<br />
soplando en su trompetón<br />
le anunció a la población<br />
que por fin ya llegó la hora<br />
gritando sin más demora:<br />
viva globalización.<br />
<br />
En la Roma el Padre Santo<br />
después de una gran misa<br />
en su mansión organiza<br />
un descomunal curanto.<br />
Nunca se han vistos tantos<br />
reyes a la misma mesa<br />
en tamaña borrachera<br />
declarando extasiados:<br />
por fin hemos instaurado<br />
el paraíso en la tierra.<br />
<br />
En las grandes capitales<br />
juntos moros y cristianos<br />
besándose como hermanos<br />
declaran somos iguales.<br />
Los fieros homosexuales<br />
en el ejército ingresan<br />
y con las armas se adiestran<br />
pa’ cuidar la paz mundial<br />
y en menos de un parpadear<br />
acaban todas las guerras.<br />
<br />
Ya comienza la nueva era<br />
que los jipis anunciaron<br />
cuando algún chascón volado<br />
de su volada volviera<br />
y a sus amigos dijera<br />
viendo la televisión:<br />
tengo una revelación<br />
todos los santos son gringos<br />
y en la misa del domingo<br />
Jesús baila reguetón.<br />
<br />
Al fin, declaran los diarios<br />
ya se terminó la historia<br />
pero no la coca cola<br />
y en los dólares confiamos.<br />
Mañana no trabajamos<br />
ya no hay nada que contar<br />
queda puro celebrar<br />
que durmiendo sin tropiezo<br />
se vuelven sabios los lesos<br />
y se multiplica el pan.<br />
<br />
<br />
<strong><br /></strong><strong><br /></strong><br />
<div style="text-align: center;">
<strong><span style="font-size: large;">LA DANZA TERRIBLE</span></strong></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<b>CUECA ÓRFICA</b><br />
<br />
Por tu cabello suspiro<br />
por tus ojos yo me muero<br />
por tus ojos yo me muero<br />
y por tu amor yo me tiro<br />
de cabeza hasta el infierno<br />
por tu cabello suspiro.<br />
<br />
Yo voy hasta el infierno<br />
mi rucia, por ser tu amado<br />
no temo a los tormentos<br />
mi rucia, si es a tu lado<br />
yo voy hasta el infierno<br />
mi rucia, por ser tu amado<br />
si es a tu lado, sí<br />
mi rucia, porque en tus besos<br />
al fin yo he encontrado<br />
mi rucia, mi propio cielo.<br />
<br />
Cierto, porque en tus labios<br />
mi rucia, mi silabario.<br />
<br />
<br />
<b><br /></b><b>CUECA POR LA MUERTE DEL DICTADOR</b><br />
<b><br /></b>
Don Augus, don Augusto ya se ha muerto<br />
sus milí, sus milicos lo lloraron<br />
sus milí, sus milicos lo lloraron<br />
y en las ca, y en las calles muy contentos<br />
los rotí, los rotitos celebraron<br />
don Augus, don Augusto ya se ha muerto.<br />
<br />
<br />
Ya se murió Pinocho<br />
carambá, celebra el pueblo<br />
y después del velorio<br />
allá vá, va pa’l infierno<br />
ya se murió Pinocho<br />
carambá, celebra el pueblo<br />
va pa’l infierno, ay sí<br />
allá vá, dice el demonio<br />
llévenselo pa’l cielo<br />
carambá, que es un estorbo.<br />
<br />
Yo tampoco lo quiero<br />
alla vá, dice San Pedro.<br />
<br />
<br />
<br />
<b>LOS PIES DE LA MARINERA</b><br />
<br />
Las hermosas marineras<br />
en sus veloces veleros<br />
en sus veloces veleros<br />
danzan con sus pies de greda<br />
en los mares y en los puertos<br />
las hermosas marineras.<br />
<br />
Danza la marinera<br />
mi vida, con tu pañuelo<br />
se despliegan las velas<br />
mi niña, soplan los vientos<br />
danza la marinera<br />
mi vida, con tu pañuelo<br />
soplan los vientos, sí<br />
mi niña, con zapateo<br />
mujer libre navegas<br />
mi vida, en el mar abierto.<br />
<br />
Son tus pies marinera<br />
mi niña, flor de la tierra.<br />
<br />
<br />
<br />
<b>CUECA DEL PADRE</b><br />
<br />
Cacha que ni ve ni escucha<br />
Cacha que ya nada siente<br />
Cacha que ya nada siente<br />
La cabeza le aserruchan<br />
Los demonios con los dientes<br />
Cacha que ni ve ni escucha.<br />
<br />
Cacha cómo delira<br />
El hombre solo<br />
Por sus propias mentiras<br />
Se vuelve loco<br />
Cacha cómo delira<br />
El hombre solo<br />
Se vuelve loco, ay no<br />
Y lo hacen tira<br />
Los feroces demonios<br />
En la cocina.<br />
<br />
El pulento ingeniero<br />
Muere julero.<br />
<br />
<br />
<br />
<b>CUECA DE LA MADRE</b><br />
<br />
Cacha la manzana vieja<br />
La culebra envenenada<br />
La culebra envenenada<br />
La tele la puso añeja<br />
Y las lucas amargada<br />
Cacha la manzana vieja.<br />
<br />
Duérmete vieja cuica<br />
Táte callada<br />
Mete en la bacinica<br />
Tu boca rancia<br />
Duérmete vieja cuica<br />
Táte callada<br />
Tu boca rancia, ay no<br />
Y si te pica<br />
Cómete la ganancia<br />
Ya no erís rica.<br />
<br />
La bruja interesada<br />
Muere quemada.<br />
<br />
<br />
<br />
<b>CUECA DE LA HIJA</b><br />
<br />
Cacha la niña abismada<br />
De nostalgia adolescente<br />
De nostalgia adolescente<br />
Por el diablo espirituada<br />
De la tragedia inconciente<br />
Cacha la niña abismada.<br />
<br />
Despiértese mi niña<br />
Despierte mi sol<br />
Conquiste nueva vida<br />
Rompa el cascarón<br />
Despiértese mi niña<br />
Despierte mi sol<br />
Rompa el cascarón, ay sí<br />
Enfurecida<br />
Rompe el ave su prisión<br />
Inmerecida.<br />
<br />
La niña que despierta<br />
No sueña muerta.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-size: large;">SONETOS DE FUROR Y SOLEDADES</span></b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<b>PROEMIO</b><br />
<br />
No sólo tú, la niña más mimada<br />
de todos mis pensamientos y versos<br />
no tan sólo tú acudas a mi almohada<br />
a prodigarme caricias y besos.<br />
<br />
Tú que alzas y destruyes con tu lira<br />
los reinos de la pluma y de la espada<br />
que tienes un altar en cada pira<br />
que cantas con furor endemoniada.<br />
<br />
No tan sólo tú acudas a mi lecho<br />
esta noche: con todas tus hermanas<br />
danzaré y cantaré hasta que del pecho<br />
me brote el corazón, musa inhumana:<br />
<br />
mi sangre libarás sobre las tablas<br />
que a tu mandato los difuntos hablan.<br />
<br />
<br />
<br />
<b>EL RETORNO</b><br />
<br />
Me enseñarán sus renacidas letras<br />
los viejos libros con furor quemados<br />
y que fueron del fuego rescatados<br />
por rústicas piedades de poeta.<br />
<br />
Entonces leeré por vez primera<br />
las hojas del gran árbol derribado<br />
con infamia por necios ilustrados<br />
sin más luz que razones de tiniebla.<br />
<br />
Pues de esos huesos traicionados brotan<br />
con inaudita fuerza las canciones<br />
que nuestro siglo horrible dio por rotas<br />
<br />
y de la lengua manan oraciones<br />
fecundos rayos que en la tierra explotan:<br />
retornarán así los viejos dones.<br />
<br />
<br />
<br />
<b>AMOR FATI</b><br />
<br />
Yo sé que volverán aquellos vientos<br />
que cada otoño surgen desde el norte<br />
una vez más, a oscurecer mis noches<br />
con la canción de su feroz estruendo.<br />
<br />
Rugirán mi dolor y mi tormento<br />
y me desgarrarán con roncas voces<br />
hasta que en el abismo de los montes<br />
no haya bebido yo todo mi infierno.<br />
<br />
Mis ojos no verán otra mañana<br />
mi cuerpo no tendrá ningún abrigo<br />
y mi alma vagará desconsolada<br />
hasta que no recorra tal camino:<br />
<br />
¡vuela veloz, entonces, malhadada<br />
tempestad que atormentas mi destino!<br />
<br />
<br />
<br />
<b>TEATRO ALQUÍMICO</b><br />
<br />
Es más dura la vida que la piedra<br />
canta desde las sombras el minero<br />
no hay quien conozca todos los secretos<br />
que esconden las entrañas de la tierra.<br />
<br />
Mas a quien los infiernos no amedrentan<br />
sabe encontrar tesoros verdaderos<br />
en los volcanes de su propio pecho<br />
y sacar a la luz sus nobles gemas.<br />
<br />
Arde en mi corazón, fuego brillante<br />
que todo lo transformas con tus llamas:<br />
haz de mi vil carbón duros diamantes.<br />
<br />
Que esta humana pasión que ahora me daña<br />
se transmute en amor tan deslumbrante<br />
que disipe las sombras de mi dama.<br />
<br />
<br />
<br />
<b>MINNESÄNGERLIED</b><br />
<br />
Bramando están los vientos del destino<br />
en torno a mi cabeza atormentada<br />
que así fue por los dioses coronada<br />
con ramas de laurel y blanco espino.<br />
<br />
Parado en la tormenta canto altivo<br />
los versos inspirados por mi dama<br />
a la fatalidad opongo espada<br />
pues de un furioso amor soy poseído.<br />
<br />
Haré retroceder a los demonios<br />
que traman en la sombra nuestra ruina<br />
con los cantos de amor más luminosos.<br />
<br />
Mi valor a la suerte hará propicia:<br />
volaremos con vientos venturosos<br />
a la luz de la estrella matutina.<br />
<br />
<br />
<br />
<b>VICTIS HONOR</b><br />
<br />
No bailes, bella musa de la historia<br />
sobre viejos sepulcros la ebria danza<br />
que bailaron la muerte y la venganza<br />
sobre el ara feliz de la memoria.<br />
<br />
Pues si así tú persigues a quien odias<br />
es a tu propio pecho a quien alcanzas<br />
con el ciego furor de cruentas lanzas<br />
con amargas espinas te coronas.<br />
<br />
Honra a tus muertos con bellas ofrendas<br />
dulce miel, blanca leche y rojo vino:<br />
no los mate otra vez la sed horrenda.<br />
<br />
No con la sangre de tus enemigos<br />
pretendas remediar sus viejas penas<br />
pues sólo tu merced les dará alivio.<br />
<br />
<br />
<br />
<b>ORFEO EN DEYO</b><br />
<br />
En torno del pilar del sacrificio<br />
danzan ya las bacantes inconcientes<br />
como en torno del árbol la serpiente<br />
danzaba sobre el fruto más propicio.<br />
<br />
Duros son para el vate los oficios<br />
de su divinidad, pues él consiente<br />
en ser la leña que el fuego atormente<br />
al cargar sobre sí tus maleficios.<br />
<br />
Ya la divina cólera descarga<br />
sobre las cumbres sus temibles rayos:<br />
la dulcísima miel se vuelve amarga.<br />
<br />
Se desbocan indómitos caballos<br />
sobre mi carne, las noches se alargan:<br />
no acallará mi canto este desmayo.<br />
<br />
<br />
<br />
<b>EN EL ABISMO</b><br />
<br />
Las siniestras serpientes de los mares<br />
se agitan erizando sus cabellos<br />
surgen desde el abismo los altares<br />
de Neptuno con tétricos destellos.<br />
<br />
Las huestes de demonios blasfemando<br />
contra el dios de los cielos y la tierra<br />
me escupen, mas yo sigo navegando<br />
ciego y sordo al rumor de la vil guerra.<br />
<br />
Amarrado al timón por las cadenas<br />
con las que tu traición me ha sujetado<br />
ya no me importan más mis putas penas<br />
sólo me importa no morir ahogado.<br />
<br />
Ya me muerde la espada en la cintura:<br />
encararé a la muerte con locura.<br />
<br />
<br />
<br />
<b>A UN ÁNGEL</b><br />
<br />
Te reconozco, amigo silencioso<br />
de tantas alegrías de mi infancia<br />
dueño de los juguetes más preciosos<br />
que calmaron con sus risas mis ansias.<br />
<br />
Esta noche apareces de visita<br />
como cada noche, mas hoy lo advierto<br />
en el eco de mi pensar habitas<br />
con un silencio cálido y abierto.<br />
<br />
Te contemplo inclinando la cabeza<br />
como un zorzal que asecha a los gusanos<br />
tú persigues ocultas sutilezas<br />
que reptan en el negro pecho humano.<br />
<br />
Te doy la bienvenida, mensajero<br />
de mi primer silencio y del postrero.<br />
<br />
<br />
<br />
<b>NO HA DE CESAR LA LUCHA</b><br />
<br />
No ha de cesar la lucha que iniciaron<br />
aquella noche fría nuestros fuegos<br />
no cesará pues nunca derrotaron<br />
al amor verdadero simples juegos.<br />
<br />
No acabará la guerra que el origen<br />
dio a luz en su abundancia divina<br />
la edad dorada por hierro se rige<br />
cuando el grano madura ya declina.<br />
<br />
No termina el combate si se mueren<br />
los guerreros en campos de derrota<br />
aún en el sepulcro ellos se hieren<br />
y de la tierra nuevamente brotan.<br />
<br />
No acabo este soneto sometido<br />
pues en la lucha aún no soy vencido.<br />
<br />
<br />
<br />
<b>...AUT FACIT VERSOS</b><br />
<br />
Volveré a medir cada breve paso<br />
como mide el camino cada piedra<br />
y si mido estos versos por si acaso<br />
¿no he de medir mis luces y tinieblas?<br />
<br />
Pues si quise medir todo mi aliento<br />
fue porque las prisiones me enseñaron<br />
a contarle las sílabas al viento:<br />
hallé la libertad que otros no hallaron.<br />
<br />
Largo es el viaje tan breve es la vida<br />
no pierdas, Odiseo, tu mesura<br />
no extravíes el ritmo ni en la huída<br />
más que furor exige tu aventura:<br />
<br />
y si quiere la muerte silenciarte<br />
hay un verso que no podrá quitarte.<br />
<br />
<br />
<br />
<b>EL ALTAR DE NUESTRAS SOLEDADES</b><br />
<br />
Para el altar de nuestras soledades<br />
tejemos esta túnica de novia<br />
invocamos a dioses ancestrales<br />
libamos el licor de la memoria.<br />
<br />
El augurio en la lengua de las aves<br />
Dictamos con ritmada ceremonia<br />
Forjamos la sentencia del cadáver<br />
Con los fragmentos de una espada rota.<br />
<br />
Un árbol que navega por los mares<br />
En busca de ciudades misteriosas:<br />
Renacerán los héroes en sus lares<br />
Los cielos y la tierra se desposan.<br />
<br />
Nosotros, quiénes somos, flor del fuego<br />
La cuna y el sepulcro: sólo un juego.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-size: large;">OTRAS ESTROFAS PATÉTICAS</span></b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<b>SOMNILOQUIO DEL VIEJO (versos alejandrinos)</b><br />
<br />
Quién era ese hombre feroz que terrores sembraba<br />
En pacíficas costas, por arado la espada<br />
El aullido del lobo y el graznido del cuervo<br />
El alegre asesino, el hereje y blasfemo.<br />
El violador de iglesias, de huérfanos el padre<br />
El guerrero furioso, insaciable de sangre<br />
El ladrón de las vidas y bienes de los buenos<br />
El demonio pagano surgido del infierno.<br />
No recuerdo su rostro, he perdido su nombre<br />
En mi memoria quedan sólo sombras del hombre<br />
Que quizás yo mismo fui, antes de ser un muerto<br />
Que sólo cuando duerme parece estar despierto.<br />
Veo esa roja aurora de matanza y saqueo<br />
Cuando el negro corazón me robaron del pecho<br />
Y mis alas cortaron con amables tijeras<br />
Pues sin ofrecer lucha, entregué mis banderas.<br />
Sólo fueron los ojos, la mirada sin miedo<br />
De una niña pequeña con cabellos al viento.<br />
¿Fue la blanca inocencia quien transformó mi furia<br />
Fue mi amor sólo un disfraz de mi feroz lujuria?<br />
¿Dónde murió el pirata, el libre filibustero<br />
Que nunca fue corsario de ningún vil imperio?<br />
Aquello que él padeció fue dos veces su muerte<br />
Pues con traición destruyó lo mejor de su suerte.<br />
Primero fue en el altar con sagradas mentiras<br />
Que la propia alma vendió con su pasión fingida.<br />
Luego a la traición sumó pronto nuevos engaños<br />
Así tejió su ruina, así su propio daño.<br />
<br />
<br />
<br />
<b>LA VENGANZA DE LA MUSA (octavas reales)</b><br />
<br />
Muy mal provecho obtengas, tonto Apolo<br />
Divo Febo mamón, del hueco fruto<br />
De tus tristes mancebos, viejos lolos<br />
Con cabezas sin cuerpo y de alma putos.<br />
En tu santuario te has quedado solo<br />
Tu moderno esplendor es sólo un luto.<br />
Muy mal provecho obtengas de tu imperio:<br />
Nunca descifrarás mi cruel misterio.<br />
<br />
Mal haya con tus libros y teorías<br />
Mal haya con tus yesos y razones<br />
Tú mismo por el tedio morirías<br />
Si por azar tuvieras pantalones<br />
Tejiste tu mentira en contra mía<br />
Te apropiaste de todas mis canciones:<br />
Mal haya porque aún no has conocido<br />
Los infiernos de donde yo he surgido.<br />
<br />
Yo fui tu fiel esposa y tierna amante<br />
La cuerda de tu lira y de tu boca<br />
Toleré que tu nombre estuviese antes<br />
Del mío, pues a ti es a quien invocan<br />
Como patrón los sabios ignorantes.<br />
Sin duda que el amor me volvió loca<br />
Cuando yo acepté ser tu prisionera<br />
Y ser segunda siendo la primera.<br />
<br />
Mas el absurdo amor todo consiente<br />
Con tal de verse siempre satisfecho<br />
Acepta las mentiras más hirientes<br />
Con tal de no mirar los crudos hechos.<br />
Hasta que el corazón no le reviente<br />
La mujer se desangra sin provecho<br />
La luz de la mañana la despierta<br />
Y entiende que recién estaba muerta.<br />
<br />
Cuando de los infiernos resucita<br />
Del amor a las cumbres de la furia<br />
Es tu sangre lo que ella necesita<br />
Para aplacar su indómita lujuria.<br />
Pues si en medio del sueño a ella le quitas<br />
Sus hijos, traicionero, con injurias<br />
¿pretenderás que la infeliz leona<br />
te de las gracias porque la traicionas?<br />
<br />
Sal del closet entonces mi querido<br />
Para ver como tramo la caída<br />
De aquel que era mi poeta consentido<br />
Y a quien tú transformaste en luz perdida<br />
Fiel imagen de un mundo obscurecido.<br />
Sal para ver tus torres destruidas<br />
Escucharás mi canto y mis lamentos<br />
Aunque rompa mi ritmo al instrumento.<br />
<br />
No ha bastado tu escasa inteligencia<br />
Masculina, no puedes poner coto<br />
A mis bestias salvajes con violencia<br />
Yo soy la eterna diosa del ignoto<br />
Misterio de los árboles de ciencia<br />
Mi honor has afrentado, yo hago votos<br />
Para que las serpientes de mi lanza<br />
Te den a probar mi dulce venganza.<br />
<br />
<br />
<br />
<b>LA LECTORA (copla de arte mayor)</b><br />
<br />
Tú caminas por los viejos senderos<br />
que se inician en las páginas de un libro<br />
y que remontan el curso de los siglos<br />
como a las aguas de un río los veleros.<br />
Paso a paso, letra a letra, los secretos<br />
que se esconden en las piedras de la senda<br />
provocados por tu danza se despiertan:<br />
florece la voz que canta en el desierto.<br />
Mas tú tejes con tus pies nuevos misterios:<br />
sólo un enigma desata un laberinto.<br />
¿Quién descifra las canciones de los vientos<br />
quién recuerda los disfraces del destino?<br />
Tú naciste como estrella del camino<br />
parida por las sombras del caminante<br />
y si así tú me alumbras para que cante<br />
yo escanciaré en tu copa mi verde vino.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b>III.- WINTER'S NIGHTMARES</b></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b>(2008)</b></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b><br /></b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: start;">Al alba me despiertan temblores. Desde el umbral de mi casa contemplo la tormenta que oscurece al sol naciente. Rayos como dragones iluminan un mundo negro, mostrando el infierno abierto sobre nosotros: los volcanes de los Andes vomitan fuego sobre Santiago. Huyo del abismo de ceniza abierto a mis espaldas, trepando sobre los cadáveres de niños calcinados y recorro las calles de una ciudad extrañamente ya destruida y renovada: la selva valdiviana lo invade todo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: start;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: start;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: start;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: start;">En una esquina, en una antigua mansión en ruinas, hogar de un poeta muerto, recorro los cuartos llenos de polvorientos objetos suntuarios, ascendiendo por rotas escaleras hasta el tercer piso, donde penetra la lluvia y crecen plantas sobre los muros. Vuelvo a descender, saltando: la casa se cimbra peligrosamente a cada paso, amenazando con derruirse. No sé qué placer perverso encuentro en ello.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: start;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: start;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: start;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: start;">Gatos caseros se vuelven feroces. Saltan sobre mí, se me adhieren con colmillos y garras, beben mi sangre con una sed antigua. Cuando consigo huir, dejando una estela roja, descubro en la debilidad de mis pasos que han devorado carne de mis piernas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: start;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: start;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: start;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: start;">A los pies del monte más alto del mundo, al cual los oscuros compañeros de mi sueño llaman Aconcagua, encuentro una casa de piedra. Dentro, en un jardín exuberante, hay un pequeño templo de mármol. Allí, una diosa vestida de blanco, ornada de plata, me besa y me sienta junto a su lecho. Me muestra una roja luna de oro en el cielo. Yo derribo los muros de la casa para que todos puedan verla: la pobre gente huye espantada. La diosa ríe.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: start;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: start;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: start;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: start;">En una embarcación de mimbre, con otros aryas sudras, a través de cálidos mares, huyendo de isla en isla (venturosas ínsulas) eludiendo fieras flechas nativas. Y cada vez, salvados por un oportuno nadar, o bogar, a favor de las mareas y la corriente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: start;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: start;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: start;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
Un ancestro extinto me revela el secreto de mi linaje: un militar nazi que asesinó a la mitad judía de la familia. Sueño que la terrible visión de los crímenes me despierta. Ahora estoy en una sala cuadrada junto a una mesa circular y, sentados en torno, todos los parientes asesinados, de pronto redivivos, con instrumentos músicos en sus manos, ejecutan una triste melodía. Yo salto sobre la mesa: con una daga de plata bailo una danza de la muerte al ritmo de la música que acelera.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Asisto, una vez más, al espectáculo del fin. Una vez más, el cielo nocturno de la urbe se enciende por el temible despertar de volcanes, allí donde antes sólo habían montes, horizonte, mudo paisaje. Otra erupción, humana, la del furor inhumano, nos atemoriza: mutadas en zombies, monstruos antropófagos, las oscuras multitudes desolan en su carrera los caminos del fugitivo. Ni aún el oscuro templo, claro está, donde por algunos minutos logramos ocultarnos, nos evade de la catástrofe insoslayable: rocas ígneas destruyen sus blancas torres y muros. Arrojados a la vorágine de la destrucción, constatamos que no hay escape, salvación, ni remedio alguno. La resolución acontece inesperada: una mujer y un niño, transmutados, por raro azar evolutivo, en vampiros asesinos de los zombies, nos muerden, con piedad. Nuestras células, al ser infectadas, comprenden todo lo descrito. Hay felicidad en destruir aún lo destructivo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: start;">Mi amiga Michelle conduce el taxi. Yo viajo en el asiento trasero. Descendemos de la cordillera. Atardece. Saco una pistola y me doy un tiro en la frente. Siento la bala que entra en mi cabeza, siento la sangre que empieza a correr sobre mi rostro. La conductora me pregunta qué hago. Yo respondo: "quiero ver si me muero". Pero no.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: start;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: start;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: start;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: start;">Un personaje, que quizás soy yo, y una bella mujer se aman: nos amamos. Entre bromas y besos entramos a un círculo de arena cercado por cuerdas. Desenvainamos sendas espadas y luchamos. Con un tajo profundo sobre su hombro siego su vida. Ella cae. Yo salgo del círculo. Sin lágrimas lloro mientras me alejo.</span><br />
<span style="text-align: start;"><br /></span>
<span style="text-align: start;"><br /></span>
<span style="text-align: start;"><br /></span>
<span style="text-align: start;"><br /></span>
<br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><b>IV.- LA LENGUA DE LAS SELVAS</b></span></div>
<div style="text-align: start;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><b>(Solsticio de Verano 2008)</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span></div>
<span style="text-align: start;"><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace; text-align: start;"></span><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace; text-align: start;"><b>1</b></span></span><br />
<div style="text-align: start;">
</div>
<div style="text-align: start;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Escribo en una lengua moribunda los rojos signos que la barbarie traza en mi corazón: al transcribirlos quizás traiciono lo esencial, lo invisible, lo inenarrable.</span></div>
<div style="text-align: start;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Pero al traicionarlo sigo un previsible guión: así lo quiere el destino imprevisible.</span></div>
<div style="text-align: start;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Vaticínanse a sí mismos los oráculos: vuelvo de mi tumba conjurado por tus ojos para cantar mis trabajos y tus prodigios.</span></div>
<div style="text-align: start;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Y al fin, la lengua de las selvas y la edad de oro nos son devueltas por las diosas, como en un sueño.</span></div>
<div style="text-align: start;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><b>2</b></span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Sé que hay una isla que emerge del olvido sólo para volver a sumergirse bajo las aguas.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Sé que navego, no que vivo, en una barca frágil donde crecen selvas de manzanos.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Los nombres de los mares que he surcado, o el cuándo o dónde, son inciertos: mas, no miente la brújula de mi alma cuando señala y describe sus colores.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Así, sé que he soñado mi vida más despierto que aquél que pretendió no dormirla nunca.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Mi memoria primera son retazos de esa tela que he entrevisto con nitidez bajo mis párpados cerrados.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">No comparte mi mesa ni degusta mi vino quien reniega de los cuentos y las hadas, aquellos que no escuchan el gentil lenguaje de las aves y las bestias.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Los árboles, cada uno de ellos, me susurran sus secretos por las tardes. Esto es lo que nosotros, los salvajes, llamamos vivir bajo la luz de las estrellas.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><b>3</b></span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Entonces, yo vengo hasta tu cama saltando sobre los tejados de las casas.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Y partiendo del principio, te muestro mis tesoros con la esperanza loca de que en tus ojos encuentre yo las respuestas que no he sabido obtener de mis silencios.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Y es tanto el miedo al yerro que me atrevo a cantar aunque este nudo mudo es ciego.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Anda, dime tú, recoge el extraño fruto y destrúyelo con tus manos: para eso ha nacido.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><b>4</b></span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Puedo decirle al oído de los vientos que tu sonrisa me preñó de estos versos y de un misterio que nunca jamás será resuelto.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Sé que hago leña verde de un joven árbol al invitar a la terrible eternidad a nuestra cena.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Tú sabrás perdonarme o quizás no querrás.</span><br />
<br />
<br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><b>5</b></span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Suponiendo que alguna vez no hayas existido: aún no nacías cuando yo bailaba prendido de las faldas de la madre.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">En ese tiempo yo no soñaba como ahora las sombras de mis afanes y mis días.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Sueños hay que no nacieron de uno: sólo volvieron al mundo en nuestro parto.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Así yo soñaba entonces con el somero verso de mi vida.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><b>6</b></span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Yo era tú, entonces, en ese sueño; in illo tempore: érase una vez, la magna y bella pesadilla, the nightmare: la yegua de la noche, cabalgaba.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Tus cabellos, los míos, ondeando bajo las saladas aguas: blanco vestido, ojos grises.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">NO sé por qué te recuerdo con esta memoria de mis genes: tal vez he madurado en el árbol y la muerte me prepara para su cosecha. Al fin, yo mastico las escamas de mi cola.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><b>7</b></span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Todo relato es discontinuo, toda historia miente: la verdad se esconde temerosa gacela en un soto, el sátiro la cerca con su flauta, las bacantes la cazan con sus bromas.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Buenas falsas razones tuve para vestir la estulticia y la impotencia que los necios celebran en las plazas: el miedo generoso que me heredaron mis ancestros resufriendo el caldo de perro de los siglos.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Mas soy un deschavetado, un númen díscolo mediante: he de morir en la pitilla del Parnaso, fiel aunque no quiera, a la desnuda belleza de los círculos cuadrados del infierno.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Tú sabrás perdonar, aunque quizás no quieras, este divertimento, merecido homenaje a la tiniebla de las musas: muerte a los poetas, a los graves, al fementido Apolo, a la corona de laurel de las estatuas.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Pero no soy yo, sino tú, la esplendida excusa: ya sabré cargar con el peso de tal derroche.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Quizás no sepa: tal vez estos kilos de palabras me sumerjan.</span></div>
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<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><b>8</b></span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Pero entonces tú, la que respiras en honduras inhumanas, la que tocas en mi sueño primigenio el fondo virgen de este océano latente.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Tú me guías, madera de la tierra que clama por el fuego de los cielos, en este laberinto que el ruido y el olvido coludieron en mi contra.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Guíame hasta el rojo templo de coral donde los blancos huesos de nuestros abuelos danzan dentro de cofres negros.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Guíame como entonces, como siempre, hasta el último círculo de los mares, esa planicie oscura donde brotan las tristes rosas del naufragio.</span></div>
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<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><b>9</b></span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Aquí estamos nuevamente: yo soy tú.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Aquí está la hermosa casa encantada que antaño los huérfanos encontraron un ocaso en un bosque.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Aquí la bruja inveterada, la Norna de negro traje, más blanca que la luna, de ojos celestes más fríos que la muerte.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Aquí se crispa su garra señalando la fatídica sentencia: el abismo que se abre en el fondo del océano, el delgado puente que lo cruza: la espada ofreciendo su filo a tus pies descalzos.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Aquí nuevamente, como entonces, como siempre, me despierta el dolor de tus pasos sangrantes: ¿danzemos sobre el filo de la espada?</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><b>10</b></span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">A la medianoche de una noche sin luna en una calle sin faroles un árbol sin nombre florece.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Sus flores blancas iluminan mis pasos aunque de ti me alejo.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Nosotros que perdimos lo imperdible no hemos perdido nada.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Cuando me alejo de la luz de tu sonrisa, de la luna de tus ojos, del brillo de tu rostro, tú en mí te enciendes con un sol secreto que colma de sonriente negro mi tiniebla.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Cuando la luz es áurea, la sombra brilla.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">De madrugada sobre una calle obscura, dos estrellas tienden un puente de luz sobre el abismo inconmesurable del tiempo.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">En el oscuro diálogo de nuestras manos entrelazadas nuestros dedos se hacen sabios.</span></div>
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<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><b>11</b></span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Cómo decirte esas cosas tan simples si son tan complejas: para qué decirlas quizás entonces.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Cómo decirle a las olas hola y que esa emoción perdure un tanto más que la onda en volver a unirse a la marea.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Cómo exorcizar tantos miedos sin escanciar el miedo en nuestras copas, sin que el miedo pudra nuestros platos.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Y sin embargo estos miedos, estos dolidos minerales, quieren florecer en los jardines y reír con arrogancia desde las fuentes.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">No es sólo mi deseo quien dicta este confuso argumento: hay en nuestros corazones ciertas aves que nunca conocieron el miedo, ciertas selvas, ciertos animales que nunca han de conocerlo.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Y el valor es el aire y el agua del que se alimentan, es el fuego violento en el que gozosos se incendian.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">No temas, corazón, no temas.</span></div>
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<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><b>12</b></span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">¿De dónde me surgiste? De la tierra.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Porque antes, estando, no te veía y ahora, aunque no estés, relumbras en mis pupilas: así lo confiesan los espejos.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">En uno, estoy yo junto al fuego; en el siguiente, estamos nosotros: tú, yo y este fuego.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">La imagen en la fuente revela la confluencia de ríos y caminos ya prevista en los senderos y cauces del firmamento.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">La imagen fugaz en la fuente refleja un fuego eterno.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Y yo te pregunto, frente al reflejo, aún sabiendo que siempre estuviste: ¿de dónde me surgiste?</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Y tú respondes alzado un crátera de vino: ¿bebamos?</span></div>
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<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><b>13</b></span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Tú eres el sol, yo soy la luna.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Yo: la estrella del ocaso, tú: el astro de la aurora.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Yo soy el lobo que vela tu sueño en los obscuros bosques: tú eres el árbol que protege mi sueño con su sombra.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Somos el hermoso monstruo de los jardines primigenios: una espada de fuego clavada en el corazón de la tierra para despertarla.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Y nuestro abrazo es el eclipse brillante que atormenta a la cáscara del mundo.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Los espejos y los ángeles contemplan fascinados la perfecta conjunción de los metales que el martillo de los tiempos pretendió mantener separados. Pues en una sóla de nuestras miradas el cielo y el infierno vuelven a unirse y se desposan.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Se desata la lluvia bajo el rumor de nuestra cabalgata: hace cuántos siglos que el poema no veía dos jinetes montados sobre el corcel que los sabios llamaban su mercurio.</span><br />
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Mientras, los ejércitos del verano ascienden invictos hacia la cumbre de su sacrificio.</span></div>
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<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span></div>
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FIN DEL LIBRO DE OBRAS<br />
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Brocha Negrahttp://www.blogger.com/profile/12511287644378389842noreply@blogger.com0